La pandemia de COVID-19 ejerció una presión sin precedentes en los sistemas de atención médica de los Estados Unidos, así como en los pacientes atendidos por estos sistemas de atención médica. Debido a las preocupaciones sobre la transmisión de enfermedades a los pacientes y al personal, así como a la redistribución del personal a otras áreas del hospital, se necesitaron cambios drásticos en el procedimiento operativo estándar para garantizar que los pacientes que se presentaban para la cirugía estuvieran médicamente optimizados para someterse al estrés de la cirugía y la anestesia. Para facilitar este nuevo paradigma en medicina, la Clínica Preoperatoria de Anestesiología hizo una transición del 100 por ciento (6518/6518) de visitas en persona antes de la pandemia, al 99.7% (5245/5261) de visitas telefónicas durante la pandemia de COVID 19. No hubo disminución en la calidad de la atención a pesar del cambio monumental en los procedimientos: solo el 0.04% (2/5245) de los casos evaluados por visita telefónica fueron cancelados debido a una falta de optimización preoperatoria que fue similar al año anterior de 0.02% ( 1/6518) y menos que el promedio de los 5 años anteriores de 0.12%.

Además, no hubo aumento en la tasa de complicaciones cardiovasculares (0.08% frente a 0.19%), respiratorias (0.18% frente a 0.25%) o neurológicas (0.06% frente a 0.04%).

La transición de las citas en persona a las telefónicas permitió a los pacientes de toda la región acceder a la atención médica esencial, al tiempo que minimizaba el riesgo de contraer Covid-19 en el transporte público, las salas de espera. Estos pasos también protegieron a nuestro personal sin comprometer la calidad. Sorprendentemente, mientras que muchas otras instituciones de salud en todo el país tenían un 25% o menos de capacidad para cirugías electivas, el Centro Médico Olive View-UCLA pudo mantener su nivel de cirugías electivas en 81% (5261 vs 6518) del nivel del año anterior. .